¿Sientes verdadera pasión por la moda? ¿Te gusta descubrir nuevos estilos? ¿Te encanta arriesgar con combinaciones hasta ahora impensables?
¡Tenemos la profesión perfecta para ti!
Se llama coolhunting y consiste en observar, detectar y analizar preferencias que van a marcar el futuro más inmediato para asesorar a las empresas del mundo de la moda y el diseño. En otras palabras – alejándonos del mundo del marketing y la publicidad – lo que vendría a ser un cazador de tendencias.
Y es que la vida moderna avanza a pasos gigantescos, un hecho que empuja a la sociedad a cambiar y demandar cosas diferentes. Las firmas de moda lo saben, y día sí y día también llenan sus escaparates con nuevos productos y estilos.
¿Qué significa esto? Que siempre será necesaria la figura de esa persona capaz de ojear el mundo y saber por adelantado qué va a necesitar mañana.
¿Quieres conocer más a fondo la figura del coolhunter?
¡Este artículo te interesa!
¿Qué hace un coolhunter?
Aunque actualmente existen coolhunters en muchas áreas (alimentación, electrónica, turismo,…), esta envidiable profesión nació entorno al sector de la moda y sigue siendo una pieza clave para el engranaje de esta industria.
Y no es de extrañar, ya que es el profesional responsable de recoger información sobre moda y tendencias, ya sea en internet, en revistas de moda, en la calle, viajando o conociendo gente.
Debe actualizarse constantemente obteniendo información desde distintos medios con un punto de vista totalmente neutral. La objetividad es lo que le permitirá comprender y analizar los diferentes tipos de estereotipos para predecir las futuras tendencias.
¿Cómo es su día a día?
El día a día de un coolhunter es una aventura solo apta para los más inquietos y curiosos.
¿Qué por qué lo decimos? ¡Porque se pasan el día arriba y abajo!
El coolhunter trabaja en su oficina consultando webs, blogs, agencias de moda, de tendencias, revistas, perfiles de Instagram y medios de comunicación especializados para crear sus propios moodboards. Estos son una especie de panel de tendencias que ayuda a plasmar una idea que si todos están de acuerdo se llevará a cabo. En otras palabras, el primer paso de todo proceso creativo.
Su día a día también está lleno de reuniones. Es muy importante que el coolhunter esté en permanente contacto con su equipo, ya sea en el bar más cool de la ciudad o en videoconferencia para salvar la distancia de estar en diferentes países (normalmente los equipos están formados por profesionales de distintas nacionalidades, un hecho que les permite tener una mayor visión global, discutir las nuevas tendencias que van detectando y desarrollar las nuevas colecciones).
Gran parte de la semana se la pasa viajando a nivel nacional e internacional – que no significa estar de vacaciones -, para asistir a diferentes eventos relacionados con el sector de la moda. De esta manera, el coolhunter acude desde workshops hasta desfiles y presentaciones para detectar nuevas tendencias. Conocer mundo y recorrer las calles arriba y abajo es esencial para analizar la sociedad y su comportamiento.
¿Cómo debe ser un coolhunter?
Para ser un buen cazatendencias hay que tener claro que no hay que ver más, sino mirar diferente.
El coolhunter o cazador de tendencias trabaja observando y analizando, por lo que requiere perfiles curiosos, innatamente inquietos, muy extrovertidos y con el súper poder de la intuición.
Es muy importante que sepan escuchar y leer entre líneas para adelantarse a su tiempo.
¿Qué estudiar para ser coolhunter?
La primera vez que descubres la figura del coolhunter tiendes a asociar que para poder dedicarte a esta profesión debes haber estudiado patronaje, estilo, tendencias,…. y en parte tiene sentido, pero se puede acceder a ello desde ramas muy distintas y que, quizás alguna de ellas, te sorprenda.
Un coolhunter puede ser una persona con formación en distintas disciplinas (diseño, imagen, sociología, psicología, marketing, historia, comunicación,…). Sin embargo, está claro que el mejor inicio (antes de los estudios universitarios) es empezar con un Grado Superior de Asesoría de Imagen.
¿Por qué? Porque es el primer paso para comenzar a establecer un vínculo con el sector de la moda, ya que a lo largo de los dos años lectivos se adquieren todo tipo de conocimientos sobre estilismo, historia de la moda, tipologías corporales, morfologías faciales, gamas cromáticas, eventos relacionados con diseñadores y marcas, y un largo etcétera para poder trabajar con propiedad y conocimiento de causa.
Y es que cursar un Ciclo Formativo de estas características permite acceder después a una carrera universitaria que posibilita ejercer como coolhunting con una base ya muy sólida de conocimientos sobre moda, asesoría de imagen y tendencias.
El tercer escalón, siendo fiel a la tan requerida y necesaria especialización, es realizar estudios de Coolhunting (por obvio que suene) si se quiere obtener una titulación específica, y dominar diferentes idiomas como el inglés, el francés o el italiano.
¿Es el coolhunting una profesión de futuro?
Podríamos responder a esta pregunta afirmando que toda empresa debería tener un coolhunter en su equipo, y no solamente haciendo referencia al sector de la moda.
Y es que aunque el cazador de tendencias ha sido tradicionalmente un profesional que actuaba de ojeador para las empresas de moda y publicidad, a día de hoy se ha convertido en un activo vital para muchas empresas.
Un claro ejemplo son compañías como Apple, Nespresso o Coca Cola, que cuentan con esta figura en sus departamentos de marketing para conocer en todo momento cómo actúa la sociedad e intentar ofrecerles lo que quieren antes de que lo pidan.
Sin embargo, es verdad que todavía a día de hoy el coolhunting tiene que llegar a muchos más sectores, pero en el de la moda está claro que permanecerá para siempre.
Los ciclos de las tendencias son cada vez más cortos y esperar a que una prenda vuelva a estar de moda, por ejemplo, no es viable en una sociedad donde priman la inmediatez y la novedad.
En este periodo de tiempo una marca puede quedar definitivamente fuera del mercado, y en el sector de la moda estar a la última es indispensable para anticiparse a la competencia y no morir.
Además, la moda siempre ha sido el más claro espejo de los cambios sociales, culturales y políticos, por lo que la figura del cazador de tendencias es esencial para entender cómo seguirá funcionando el mercado y, lo más importante, ver qué necesidades va a tener la sociedad.
¿Cómo se prevé el futuro de la moda?
Teniendo en cuenta que, como sociedad, tenemos que ir hacia una actitud más responsable y sostenible debido a la crisis ambiental, hay una ligera tendencia a pensar más qué compramos, es decir, priorizar la calidad ante la cantidad.
Irán saliendo cada vez más movimientos y corrientes a favor de una mejora de las condiciones sociales y laborales de la producción del trabajo, un mayor apoyo a las marcas nacionales y, muy probablemente, una fuerte competencia entre las firmas para ver cuál es la más respetuosa con el planeta.