Aunque existen muchísimos modelos diferentes de chalecos de punto, dentro del campo de la asesoría de imagen esta pieza se acostumbra a dividir en dos estilos: el chaleco sin mangas y con escote en forma de pico (que puede ser cerrado o abotonado), y el chaleco más grueso, con cuello alto y que, en muchos casos, tiene un poco de manga. Actualmente los dos estilos están a la orden del día, pero tienen efectos bastante diferentes en cada cuerpo.
El primer modelo, que se caracteriza por estilizar y estructurar el cuerpo, es ideal para tipologías corporales que destacan por tener la parte superior, es decir, la de los hombros, más ancha que las caderas. Por lo tanto, a las siluetas triangulares invertidas, circulares, rectangulares suavizados y en forma de reloj de arena les va fenomenal.
El segundo modelo, en cambio, destaca por añadir más volumen al cuerpo. Y es que las mangas y el cuello tortuga siempre nos ayudarán a ganar más densidad en la parte superior. Es por eso que este estilo, dentro del campo de la asesoría de imagen, se recomienda a mujeres que quieran añadir más volumen en la zona del pecho, como puede pasar en tipologías corporales triangulares curvilíneas y rectangulares.