Sabemos que lucir una piel perfecta es el sueño de todo el mundo. Será por encajar en los cánones de belleza, o será por sentirse bien con una misma, pero a día de hoy, esto es un hecho y una afirmación casi irrefutable.
La piel está expuesta constantemente a factores externos. La contaminación o el clima son fenómenos que aunque no los tengamos muy presentes, afectan al bienestar de la piel. Si a esto le sumamos los factores internos por lo que también se ve influenciada la apariencia como las hormonas o la alimentación, podemos pensar que mantener un buen cuidado de la piel no es cosa fácil.
Para hacer frente a estas adversidades, primero es importante conocer el tipo de piel que tienes, para después darle el cuidado que necesita.
Descubre qué tipo de piel tienes
Este es el primer paso para detectar qué es lo que tendremos que tratar como un “problema” y de qué forma le podemos sacar partido de forma óptima. Podemos distinguir entre cuatro tipos de pieles distintas:
La piel seca se caracteriza por tener un aspecto áspero y puede provocar sensación de tirantez o picor. Este es un tipo de piel con poco color, más pálida e incluso rojiza debido a la irritación.
La piel grasa es conocida por ser más gruesa, presentar un exceso de sebo y en consecuencia destaca por sus brillos. Este tipo de piel también es más propensa a padecer acné, ya que normalmente los poros están más dilatados, la suciedad penetra y se incrusta con mayor frecuencia.
Por lo general, la piel mixta se distingue por presentar las características de una piel grasa como imperfecciones o poros abiertos en la famosa zona T, formada por la frente, la nariz, y el mentón. Mientras que las otras partes cómo las mejillas por ejemplo, son más equilibradas o incluso se acercan a un tipo de piel más seca.
Si entras dentro de esta categoría de pieles, es probable que la hayas confundido alguna vez con la piel grasa, por eso, para detectar bien la piel mixta, hay que prestar atención a las zonas más secas de la cara cómo las mejillas y el contorno de los ojos.
Finalmente, nos encontramos con la piel sensible. La llamamos así porque tiende a reaccionar más de lo normal ante factores con que las demás pieles no lo harían. Entre los factores más comunes encontramos: las bruscas variaciones de temperatura, el estrés, la menstruación, la alimentación y los productos con altos componentes químicos cómo algunos jabones. Las reacciones más comunes son el picor, la irritación, la rojez y las erupciones.
¿Qué rutina es la adecuada para el cuidado de la piel?
Una vez tengas claro cual es tu tipo de piel, ya estarás preparada para organizar y mantener una skin care routine adecuada y eficaz. A continuación te daremos los tips esenciales para el cuidado de la piel según cada categoría.
Piel seca: Si tu piel pertenece a esta categoría, debes saber que la peor época para tu rostro es el invierno ya que es muy sensible al frío. Los cambios de temperatura y el viento acentúan la sequedad y la irritación. Por estos motivos, y más en invierno, a la piel seca hay que tratarla siempre con mucho cuidado. Recomendamos realizar una buena limpieza diaria pero con suavidad, usando productos poco agresivos como los exfoliantes. Después de la limpieza, tendrás que aplicar una buena capa de productos hidratantes. En este caso, te aconsejamos una crema más densa y altamente nutritiva para aportar ese plus de hidratación que necesita tu piel.
Para terminar, remarcar la importancia de la hidratación no sólo con productos de belleza, beber una cantidad de agua diaria también ayudará a la hidratación de la piel seca.
Piel grasa: En este caso, tendrás que focalizar tus energías en combatir las imperfecciones. Mantener la piel lo más limpia posible debería ser tu prioridad. Recomendamos los exfoliantes dos veces por semana para limpiar los poros en profundidad. Es muy importante tener una rutina facial de limpieza estricta, por la noche y de día. Las aguas micelares serán tus mejores amigas para desmaquillarte, pero asegúrate de que no sean con bases aceitosas. Después de la limpieza, viene la hidratación. En este punto de la rutina es donde tendrás que vigilar más, escoge una buena crema hidratante que tenga el mayor porcentaje de agua en sus componentes.
Un truco infalible para la piel grasa es exponerse al sol en cortos periodos de tiempo, ya que el sol es beneficioso para secar granitos y algunas marcas.
Piel mixta: En este caso tienes dos problemas en uno. Por ese motivo deberás tratar cada zona en función de sus respectivos requisitos. Pero tranquila, todo es posible. Aconsejamos siempre una limpieza profunda, y una hidratación sobre todo en las zonas más secas: mejillas, contorno de ojos y contorno de labios. Procura evitar los cambios de temperatura bruscos ya que van a acentuar más las diferencias entre tu zona T y el resto de partes de la cara.
Piel sensible: Cómo bien sabes, este tipo de piel requiere productos suaves para su cuidado. Si perteneces a esta categoría, recomendamos con aún más acudir a un profesional para que te marque una rutina facial ajustada a tus necesidades. Sólo comentamos que trates a tu piel con el máximo cariño, y no te recomendamos maquillaje en exceso.
El remate final
Actualmente, en las redes sociales podemos encontrar mucho contenido relacionado con estos hábitos, pero hay que tener en cuenta que nunca hay que copiar a otros, ya que cada rostro es único. Por ejemplo, se han puesto de moda los términos como morning routine o night routine donde vemos a gente aplicarse mil productos. En muchas ocasiones son ejemplos poco realistas y poco sostenibles en el tiempo, por ese motivo hay que acudir siempre a profesionales.
En el nuestro centro de Formación y Perfeccionamiento, impartimos cursos de Estética y Belleza donde formamos a lx alumnxs para que sean capaces de tratar y aconsejar sobre todo tipo de pieles.
Finalmente acabaremos este blog mencionando la importancia del bienestar personal. Tener un estado emocional, mental y profesional equilibrado también puede influir en la salud de tu piel ya que está regulada por hormonas, y si estas están desequilibradas por algún factor, puedes notar las reacciones en tu rostro.
En Josep Pons lo sabemos bien y en todas nuestras formaciones le damos la importancia que se merece gracias a las sesiones de coaching de Ayrin Pons.