El invierno es una estación de contrastes: las bajas temperaturas, el viento y la calefacción pueden provocar deshidratación, irritación y otros problemas. En este artículo, hablaremos sobre cómo preparar tu piel y cabello para invierno con consejos prácticos, asegurando que luzcas radiante y saludable a pesar de las condiciones adversas.
Empezaremos hablando del cabello, como protegerlo, hidratarlo. Luego, sobre el cuidado de la piel, así como algunos consejos nutricionales adicionales para saber cómo preparar tu piel y cabello para el invierno con consejos prácticos.
Comenzamos por el cabello…
Tu cabello: tu tesoro en invierno
Durante el invierno, el cabello enfrenta desafíos específicos debido al frío y al ambiente seco de los interiores, lo que puede provocar sequedad, frizz y puntas abiertas.
Para mantenerlo saludable, es esencial adoptar ciertos cuidados que fortalezcan las fibras capilares y contrarresten estos efectos.
A continuación, te explicamos cómo mantenerlo saludable y manejable.
En primer lugar, cambiar a un champú hidratante es una de las primeras medidas clave, ya que estos productos ayudan a nutrir el cabello sin eliminar sus aceites naturales.
Es importante elegir fórmulas sin sulfatos, enriquecidas con ingredientes como aceite de argán, coco o keratina, que combaten la sequedad de manera eficaz.
Complementar esta rutina con mascarillas capilares semanales es otro paso esencial. Usar por ejemplo, las que contienen aceites naturales, manteca de karité o proteínas hidrolizadas, revitalizan el cabello y reparan los daños desde la raíz hasta las puntas.
Como cuidar tu piel en invierno
La piel es una de las partes más expuestas y vulnerables durante el invierno. Los cambios bruscos de temperatura entre interiores cálidos y exteriores fríos pueden comprometer su barrera natural.
Por ello, es crucial adoptar una rutina que le proporcione la protección necesarias. En primer lugar recomendamos una hidratación profunda:
El aire seco del invierno y la calefacción tienden a deshidratar la piel, dejando una sensación de tirantez e incomodidad.
Para combatirlo, puedes usar cremas hidratantes más densas y nutritivas (mañana y noche), especialmente en el contorno de ojos.
Revisa que contengan ingredientes como el ácido hialurónico, la glicerina o manteca de karité que ayudan a retener el agua en la piel y reforzando su barrera protectora.
Incorporar un sérum hidratante antes de la crema también puede ser clave para potenciar la efectividad del tratamiento. Asegúrate de aplicar la crema inmediatamente después de lavar el rostro, cuando la piel esté ligeramente húmeda, para optimizar la absorción.
Otro punto a tener en cuenta es el uso de protector solar: Aunque el sol no sea tan intenso como en verano, los rayos UV siguen presentes y pueden causar daños acumulativos a la piel incluso al dar un paseo o practicar deportes.
Usa protector solar de amplio espectro de SPF 30 o superior y aplícalo cada dos horas si estás expuesta al sol directamente.
Otras recomendaciones a tener en cuenta...
Además, es recomendable limitar el uso de herramientas térmicas como planchas y secadores, ya que pueden agravar los daños producidos por el frío.
Si es necesario usarlas, aplicar un protector térmico y ajustar los dispositivos a temperaturas bajas reducirá su impacto negativo.
Por otro lado, proteger el cabello al salir, usando gorros o bufandas de materiales como algodón o seda, evitará el contacto directo con el viento y las bajas temperaturas, minimizando el frizz y la resequedad.
Finalmente, para combatir el frizz, un problema frecuente en esta estación, los aceites ligeros o sueros con silicona son ideales para sellar la cutícula capilar y mantener la melena suave y manejable.
Con estos cuidados, es posible mantener un cabello sano y bonito incluso durante el invierno más riguroso.
Lee el artículo de L’Oreal, nuestro partner en formación: Cómo hidratar el pelo seco y dañado desde casa
En invierno, la sequedad acumula células muertas y opaca la piel.
Exfolia suavemente una vez cada 15 días con ingredientes naturales como enzimas de frutas o ácido láctico o a nivel “químico” con ácidos, por ejemplo, que ayudará a unificar la piel (que pudo haberse manchado en verano) y termina siempre con una hidratación profunda después.
No descuides tus labios, son particularmente vulnerables al agrietamiento por su fina capa de piel. Puedes usar un bálsamo labial rico en ingredientes reparadores como cera de abeja, vitamina E o manteca de cacao.
Aplica el bálsamo varias veces al día, especialmente antes de salir al exterior. Para una mayor protección, busca opciones con factor de protección solar.
Y por último, evita duchas muy calientes, aunque puedan parecer reconfortantes, el agua a alta temperatura elimina los aceites naturales de la piel, dejándola seca y desprotegida.
Opta por agua tibia y limita la duración de las duchas. Para cerrar los poros y sellar la hidratación, termina con un chorro de agua fría.
Consejo final
Te recomendamos que entre el final del verano y antes de entrar el invierno acudas a tu centro de peluquería y estética de confianza para que te hagan una buena higiene facial, un análisis capilar de tu melena y para que los profesionales puedan realizarte los tratamientos adecuados a tus necesidades.
Recuerda que es importante poder “reparar” todo lo que ha podido dañarse en verano fruto del cloro de las piscinas, la sal del mar y el sol excesivo tanto en tu piel como tu cabello.
Pide tu cita en nuestro centro y ponte en las mejores manos. Haz clic para contactarnos y empezar a brillar de nuevo este invierno 😉
